LA IDENTIDAD DE AGUA QUE UNE A CORRENTINOS Y VALENCIANOS
La Asociación de Artes y Letras de Valencia nació con vocación de encuentro en el año 1997, de la mano de su fundadora, la poetisa correntina Marily Morales Segovia ( Yaguareté Cora, Corrientes, Argentina, 1935-2012), quien radicada en España, tomó la figura del escritor Vicente Blasco Ibáñez ( 1867- 1912) como ejemplo de intercambio entre las culturas argentina y española, por la labor colonizadora que el escritor valenciano iniciara a principios del siglo XX en las provincias de Corrientes y Rio Negro en Argentina y por sus exitosas y concurridas giras hablando de literatura en todo el país.
Asi, junto al reconocido plástico valenciano Vicente Perelló, los escritores Jaime Rosa, José Juste Esquer, Pedro Moreno Rubio, Miguel Romaguera, Luis Auñón Muelas, Gabriel Folqués, Juan Luis Bedins, Manuel Giménez González, la periodista Liz Antonini, el poeta y plástico nicaraguense Ricardo Llopesa, el guionista Pepe Quilis, el actor Pepe Gil y la actriz Fina Torres París, la poeta Amparo Conde y el músico Alvaro Carpi, entre otros, crearon la asociación con el fin de promover y difundir las artes y las letras en la ciudad de Valencia. El Teatro Infantil de Bolsillo en el barrio de Rusafa de Valencia, era un punto clave de la asociación: en él se hacían exposiciones de cuadros, presentaciones de libros y talleres de teatro y se llevaban a escena las obras de la escritora correntina, quien también desempeñaba el rol de actriz.
En Corrientes, Argentina, existe una localidad muy pequeña cercana a Riachuelo llamada "Nueva Valencia". En ese pueblo se asentaron las familias valencianas que a principios del sigo pasado, emigraron impulsadas por Vicente Blasco Ibáñez, para dedicarse al cultivo del arroz a gran escala. Un proyecto gigantesco, con ideas y maquinaria europea de alta tecnología que, sin embargo, no dio los frutos esperados por sus ideólogos y el escritor regresó frustrado a España dejando en tierras correntinas a las familias que, finalmente, decidieron asentarse en aquella provincia del nordeste argentino.
En honor a esas familias y a la cultura compartida y durante una visita que hiciera el entonces presidente de la SADE filial Corrientes Julio Darío Schwetzs a España, en reunión con Marily Morales Segovia, ambas entidades establecieron el proyecto de Hermanamiento cultural entre Corrientes y Valencia. Se realizaron dos encuentros de escritores: Uno en Valencia, adonde acudieron escritores correntinos como: Arturo Zamudio, Marcelo Fernández, Julio Darío Schwetz, los periodistas Luis Alarcón y Gustavo Ojeda entre otros, para compartir actividades literarias, conferencias, presentaciones de libros y otro encuentro se realizó en Corrientes, con la presencia del escritor valenciano Jaime Rosa quien editó un libro de poesía correntina con traducción al guaraní. Se editó una antología de poetas valencianos y correntinos y dos antologías de "Narradores correntinos y valencianos".
Gratos recuerdos los de aquellos tiempos. Incluídos los cinco días de lluvia incesante que vivieron los escritores correntinos que concurrieron al encuentro en Valencia. No se recuerdan lluvias semejantes desde la riada de 1957 que asolara a la ciudad del Turia. Por supuesto, no fue comparable con aquella, pero cualquiera de los escritores correntinos daría fe hoy de los 5 dias de lluvia torrencial que vivieron durante su visita a la ciudad mediterránea. Aún así, se los veía pletóricos y felices acudir a cada actividad propuesta.
Hoy, en la asociación faltan algunos miembros: Marily Morales Segovia, su fundadora, Pepe Quilis, el eterno guionista de cine, el actor Pepe Gil, el poeta Ricardo Llopesa y el escritor Miguel Romaguera. Los demás, siguen escribiendo, actuando, pintando o promoviendo actividades artísticas. La asociación estuvo unos años suspendida -pandemia mediante- y hoy vuelve a abrir sus brazos, a invitar a quienes quieran unirse a poner sobre la mesa sus sueños y ver cómo podemos realizarlos y a continuar con el Hermanamiento establecido como proyecto cultural en 1998. Las dos ciudades viven a la vera de un río, aunque el cauce del rio Turia se haya desviado por el peligro de sus desbordes y el Paraná siga acompañando con su majestuosidad el espacio que cada día respiran los correntinos. El agua, el agua del río Turia, desviada en otra dirección y cuyo cauce vacío diera lugar a la construcción del parque más largo de Europa, el agua salada de su otro costado, el del mar mediterráneo que baña sus costas y el agua presente y majestuosa, cercana y amiga del río Paraná en Corrientes y sus incontables lagunas y esteros.
El agua es un signo en común que los une y los bendice, llevando a un lado y al otro del mundo su forma de sentir y de decir propia, que los identifica.
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