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Mostrando entradas de noviembre, 2025

Topografía íntima

"De un latido dividido" I. El Umbral del Decir Quisiera hablarte íntimamente a la desnudez que las palabras amorosas saben dar, allí donde la distancia se transmuta en un consuelo ambiguo, casi un refugio involuntario para quienes aún no dominan el arte de quedarse. Quisiera hablarte íntimamente a la desnudez que las palabras amorosas saben dar, porque en tus ojos el instante no se extingue, sino que adopta una fragilidad que obliga al tiempo a detenerse como si temiera quebrarte. Quisiera hablarte íntimamente a la desnudez que las palabras amorosas saben dar, cuando el silencio —ese cómplice milenario— decide posarse en tus labios para recordarme que lo tenue también puede ser irrevocable. «Aquí se aprende a nombrar la ausencia como si fuera un gesto más de ternura.» II. La Cámara del Pulso Quisiera hablarte íntimamente a la desnudez que las palabras amorosas saben dar, para contarte que la vida solo se deja gozar cuando palpita, cuando su latido perfora las capas de duda qu...

Al tiempo su eternidad; al hombre, lo que jamás se le revela

  “El vendedor que perdió el uniforme” por Thomas A. Riani Nunca pensé que el final de mis días en la cadena mayorista —esa que no voy a nombrar, pero cuyo logo parecía reírse de mis ojeras— iba a ser tan abrupto. Me llamaron a la oficina, me ofrecieron una silla que parecía diseñada para arrepentirse sentado, y me informaron, con tono de publicidad barata, que ya no “encajaba con la filosofía de la empresa”. Yo, que vendí desde ventiladores que parecían helicópteros frustrados hasta frazadas que daban frío, quedé desempaquetado, discontinuado… liquidado. Salí con mi caja de cartón a esperar el colectivo. Un nene, con un alfajor como escudo, se me acercó y se sentó sin pedir permiso. —¿Te echaron? —preguntó con la sinceridad que solo existe antes de los diez años. —Digamos que me soltaron al universo —contesté. Él me observó un rato, pateando piedritas. —Mi papá dice que el dinero sirve para todo. Me reí. Ah, la fe infantil en los billetes. —Mirá, nene… yo vendía lámparas...

"Lo que cede el silencio, lo reclama el alma"

  Que si debo… "La renuncia tiene memoria..." Que si debo callar, trago el filo de mis propias palabras, como si mantenerlas cautivas evitara que el mundo se rompiera un poco más. Que si debo mirar, sostengo la vista allí donde otros la retiran, en ese paisaje de dolor donde todos pasan de puntillas fingiendo que no hay nada que ver. Aprendí que hay silencios que no protegen, sino que consumen; que aceptar el segundo lugar no es humildad, sino desgaste; que uno puede acostumbrarse a vivir desde afuera, mirando la vida ajena como si la propia no exigiera su sitio. El tiempo se vuelve barato cuando se regala, la voz se evapora cuando siempre queda para después, y el corazón… el corazón se entrena para llegar tarde a todo lo que un día quiso a tiempo. Y aun así, incluso cuando todo parece reducido a sombras y restos, hay algo que no cede: la dignidad. No discute, no suplica, no dobla la cabeza. Cuando entiende que no la ven, simplemente se marcha. Y en su ausencia, deja un ec...

“Manual oficial (apócrifo): el arte de parecer auténtico”

  Manual de Instrucciones para Confundir la Picardía con la Inteligencia (Ciudad sin fecha, porque el tiempo ya no distingue entre progreso y repetición. Aprobado provisionalmente por el Ministerio del Silencio, bajo condición de no ser leído.)   “Todo sistema de gobierno, bajo cualquier nombre, prefiere al pícaro: él juega el juego sin romperlo. Al inteligente, en cambio, lo teme, porque no busca ganar, sino entender por qué existe el tablero. Y cuando alguien pregunta demasiado, el poder recuerda lo frágil que es su trono.”   De este pensamiento enclenque, parido entre humo y madrugada, brota mi parecer: un intento torpe de lucidez entre ruinas. No lo dicta la esperanza, sino el cansancio. No lo firma la fe, sino la costumbre de mirar demasiado hondo. Quizás no sea sabiduría —solo el eco amargo de entender que todo esto, incluso el pensar, también forma parte del engaño. — Thomas A. Riani (c.2084 – desaparecido)   Extracto del Compendio de Ps...